LASTIMADA
Cómo una herida sin cicatrizar,
Así se sentía.
Sensible al daño,
no quería que nadie se acercara
Sólo quería que el tiempo pase
y esa herida sanara
Lastimada
Pensando en el porqué
sintió que su corazón
comenzaba a inundarse
de temor, dudas e inseguridades.
Y cuando menos lo esperaba,
pero más lo necesitaba
Apareció Él
Como un rayo de luz
en medio de la oscuridad
se encargó de vendar su herida y
tranquilizar su inquieto corazón
Le devolvió la seguridad
Le restituyó la confianza
Porque nadie más lo iba a lograr
Porque esa luz,
fue Jesús.
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