ANHELADO DESTINO
Al salir de su hogar, mientras caminaba hacia el puerto Lucy meditaba en las largas horas que pasaría en aquel barco, faltaban unos minutos y zarparía al destino dónde hace tiempo quería visitar; desde la niñez su sueño era navegar y sin mirar atrás solo contemplar los atardeceres, y las maravillas que le deparaba el mar.
Llegó el momento, y con mucha seguridad en su corazón partió al destino que tanto anhelaba. Llena de expectativas, por cierto. La aventura comenzó y con una sonrisa en su rostro y la frente en alto, pensaba en que nada malo podía pasar.
Transcurrían los días, el viaje era perfecto. El capitán recordaba al pasaje que estén tranquilos, que el viaje iba tal cual lo esperaban. Mientras observaba el atardecer, Lucy se sentó, y leyó su libro favorito, la noche empezaba a caer cuando la sirena sonó, un escalofrío recorrió su cuerpo. El capitán, había tomado otro rumbo, y comenzaban a ocurrir imprevistos que nadie se esperaba. Como era común la gente se alborotó, la intranquilidad comenzó a reinar en aquel lugar.
Lucy solo pensaba en el destino, porque aunque en el viaje existiesen situaciones inesperadas, ella sabía que llegaría.
Fue en ese momento dónde se vislumbró un pequeño destello de luz, el cual calmó las ansias del pasaje, ya que era aquel faro el que los comenzaba a guiar.
Lucy solo pensaba en el destino, porque aunque en el viaje existiesen situaciones inesperadas, ella sabía que llegaría.
Fue en ese momento dónde se vislumbró un pequeño destello de luz, el cual calmó las ansias del pasaje, ya que era aquel faro el que los comenzaba a guiar.
El capitán dió el siguiente mensaje: tengan paz, aquella luz que vimos a lo lejos nos guia al destino seguro, en el tiempo estipulado desembarcaremos en el Puerto. No dejen que el temor los inquiete.
Luego de escuchar aquel mensaje Lucy pensó - La oscuridad no es eterna - y su corazón se tranquilizó.
Luego de escuchar aquel mensaje Lucy pensó - La oscuridad no es eterna - y su corazón se tranquilizó.
Desde ese día aprendió una lección: No importa cuántas situaciones inesperadas sobrevengan al navegar, hay un destino seguro y un faro dispuesto a guiar calmando cualquier tempestad.
Hola, qué tal, mi primer cuento publicado.
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